La atleta trans Tiffany Abreu vino a Barranquilla en busca de una voz para su alma
La primera deportista transexual de Brasil está en la ciudad para feminizar su voz.
Un día se vio al espejo y no lo pudo soportar más. Lo que veía no reflejaba lo que sentía. No quiso saber de más nada y tomó la determinación más importante de su vida: cambiar la piel con la que había venido al mundo, por aquella verdadera identidad que habitaba en su interior.
Tiffany, como es conocida ahora y quien nació bajo el nombre de Rodrigo, se ha convertido en el centro de los focos en Brasil, donde se convirtió en la primera jugadora transexual en llegar a la SuperLiga de Voleibol, el torneo profesional más duro del mundo.
Antes de iniciar su proceso de cambio de sexo en 2012, fue escogida dos veces como el jugador más valioso de Brasil además de pasearse por las ligas de Portugal, Francia, Indonesia, España, Francia, Holanda y Bélgica, donde se radicó e inició su proceso de cambio de sexo. Su verdadera identidad pudo más que los miedos normales en esa situación.
“Con los miedos de toda mujer trans. La verdad, de tener una vida que no es una vida digna. Tener la familia fuera de casa, de no tener novio, trabajar con la prostitución y estar en las calles rogando. Pero todos tenemos un miedo por alguna cosa y la mujer trans mucho más, los homosexuales mucho más, tienen miedo de lo que va suceder. Pero yo fui muy bien aceptada por mi familia, por mis amigos, por las personas del deporte en Brasil, siempre a mi lado. Tengo esa suerte de luchar por una causa y tener retorno para que las mujeres tras puedan ser captadas”, explicó.
Tiffany, quien durante cinco años dejó un lado lo que hasta ese momento había sido lo más importante de su vida, el voleibol, regresó a las canchas luego de recibir propuestas de Italia y Brasil. Finalmente, volvió a su país completamente convertida como mujer.
Bueno, a pesar de un muy pequeño detalle que la saca de quicio. Tan la molestó que empezó a buscar ayuda por el mundo y la encontró nada menos y nada más que en Barranquilla, de la mano del médico Antonio Ballestas, especialista otorrinolaringólogo, quien le ofreció una solución: la cirugía de feminización de voz.
“Yo tengo mucha molestia con mi voz. Y aquí encontré al doctor que tiene mucha experiencia y he llegado para hacerme una cirugía y también para conocer un poco de Colombia, es la ciudad también de Shakira. Me gusta estar aquí, presente para poder hacer ese cambio que será muy grande en mi vida. Soy la primera atleta trans en el deporte mundial profesional y tengo mucha molestia en mi voz también, porque me toca dar entrevistas después del partido, me toca hablar en la tele y me quedo un poco molesta. Entonces busqué aquí en Barranquilla al doctor Antonio Ballestas para mejorar”, explicó.
La presencia de Tiffany en una habitación llena de gente resulta cuando menos llamativa. Su estatura de 1.92 la hace resaltar en medio de los demás, además de su cuerpo tremendamente atlético y un llamativo tatuaje en su brazo izquierdo. Todo ese se viene al piso tan pronto habla.
“La voz es lo peor, porque cuando la persona se ve en conjunto no se nota tanto. Pero, si está por teléfono, si estás en una entrevista, si la persona no se ve, se nota una voz muy masculina y eso no me cae bien. Nosotras las chicas trans estamos intentando tener un mundo más tranquilo, ahora que estamos luchando contra el bullying y esto va ser muy importante”, agregó.
Cada día más mujer, pero menos jugadora
Las luchas de Tiffany están lejos de terminar a pesar de la cirugía, pues inevitablemente con cada día que pasa hay algo de lo que no lo puede salvar ninguna cirugía, ni ningún médico. El inexorable paso del tiempo va golpeando el cuerpo que lleva tantos años moldeando.
“Cada día es peor. Porque no son las hormonas, o la cirugía de cambio de sexo, sino porque tengo también la edad. Sufro mucho con lo físico, tengo una dieta muy fuerte y tengo que hacer el gimnasio muy bien porque tengo mucho desgaste también por el deporte. Después del partido tengo muchos calambres en el cuerpo porque no tengo recuperación muy rápida”, comentó.
A pesar de esa pelea que todos libramos con el tiempo, la cual tenemos perdida desde el primer momento, Abreu no baja los brazos en su mayor sueño. Sí, ya es jugadora profesional, pero también quiere llegar a demostrar su talento en el mayor evento deportivo del mundo: los Juegos Olímpicos.
“En Brasil está la más fuerte SuperLiga del mundo. Y tenemos muchas jugadoras, tenemos muchas jugadoras. Hay jugadoras en la Selección más fuertes que yo, más altas que yo y tan buenas como yo. Pero todavía tengo la chance de ir para un Panamericano o para una Olimpiada. Ahora mismo no estoy y por eso hago mi cirugía en mis vacaciones”, dijo.
El Comité Olímpico Internacional habló sobre el tema en reiteradas oportunidades y dejó saber que a las personas en proceso o con cambio de sexo, no de le puede negar las oportunidades de competir. Lo cual ha suscitado un debate enorme, pues algunos aseguran que su cambio de sexo les da ventaja.
“Toda persona tiene su diferencia: unas son más fuertes, otras saltan más o son más altas, así como yo tengo mis cosas buenas. Las personas hablan porque tienen un preconcepto muy grande, una transfobia muy alta y entonces no quieren que una trans sea jugadora, que pueda hacer parte de una social alta, siempre tendrías que estar abajo. Son personas que no estudiaron y que piensan con sus mentes cerradas”, aseguró.
Nunca bajar la cabeza
En días recientes estalló el debate por los altos niveles de testosterona de la atleta sudafricana Caster Semenya, a la cual la IAAF le ordenó medicarse si quiere correr entre las mujeres. Después de todo, Caster nació mujer aunque con un organismo especial, mientras que Tiffany hizo el tránsito a ser mujer.
La brasileña es clara con el tema: la ley es para cumplirla. Pero como una persona que nació de una manera y que sufrió mucho para sentirse como es, defiende que los deportistas corran con las cosas naturales que obtuvieron desde su nacimiento, los dones con los que los premió la voluntad de Dios o los caprichos de la naturaleza.
“Para todas tenemos una sola ley. Una mujer que tenga un exceso muy grande de testosterona no puede jugar porque viene teniendo una ventaja sobre las demás, entonces tienen que bajar con un medicamento. Yo pienso que si es natural, no. Dios la mandó con su cuerpo como es y debe poder competir como es, pienso así”, afirmó.
Está claro que Tiffany no tiene miedo de decir lo que piensa. Como tuvo miedo de reverlarle a su madre Analia, ni a sus seis hermanos, el proceso que iba adelantar. Las cuentas en las casas cambiaron y ahora son 3 varones y cuatro mujeres. Las chicas se tomaron la casa.
Allí sus hermanos la llaman cariñosamente como “bella, nena, preciosa”, al tiempo que todos sus sobrinos la reconocen como “la tía Tiffany”, más que eso en la cancha es una más y hasta al momento, tras una temporada y el título de la Copa de Sao Pablo, nadie se ha metido con ella.
“No tengo ningún matoneo de parte de los rivales, ni de parte los aficionados. El bullying siempre viene de la internet, de perfiles falsos, de personas que no tienen carácter de ser reales, cobardes. Personas que no conocen el deporte”, aseveró con más serenidad de lo que parecen sus palabras.
Después de todo, ella no oculta lo que es y menos siente vergüenza de su forma de ser. Es más, alza su voz y en ese momento no es importante como suena sino lo que dice, fuerte y determinada.
“Nunca debemos bajar la cabeza. Nadie te puede decir que tu no puedes, todos somos parte de la comunidad, somos seres humanos y merecemos vivir feliz y amar como todos se aman. A todas las que tengan ese miedo, les quiero hablar y que no tengan miedo de ser feliz. Si alguien no gusta de ti, el problema es de esa persona porque muchos no te pueden aceptarte a ti como eres”, cerró.
Construyendo una voz
El médico Antonio Ballestas observó con calma a lo largo de los más de 20 minutos en los cuales su paciente estuvo mostrando sus puntos, muy a pesar de haber admitido que no le gustaba cómo sonaba su voz. Le permitió hablar hasta el cansancio porque lo que viene es un periodo de silencio total de cuatro días.
“La vamos a someter una cirugía de feminización de voz, con una técnica europea que vamos hacer mañana. Tiffany será la cirugía número 77 que vamos a realizar y estoy seguro que va quedar muy bien. Por supuesto, la felicidad de estas chicas cuando la operamos es la nuestra también”, dijo.
La cirugía consta de recortar las cuerdas vocales en cuanto su grosor y longitud, para lograr un tono más agudo y por lo tanto más femenino. Completado por unas terapias. Luego de cuatro meses, Tiffany tendrá su nueva voz.
Eso sí, aunque el sonido cambie la voluntad en sus palabras seguirá siendo tan inquebrantable como la determinación que tomó cuando no se reconoció en el espejo y decidió darle paso a su verdadero ser.